El tráfico se ha restringido en Madrid. La contaminación atmosférica debido a los humos emitidos, tanto por vehículos a motor como por calefacciones y fábricas, ha superado los límites tolerables. La primera medida tomada y seguramente la única es reducir el número de motores expulsando gases durante un día, o quizás algunos más.
Por otro lado el gobierno insiste en la importancia del crecimiento de la natalidad, promoviendo tener hijos. La cuestión es que cuando estos futuros niños crezcan, incrementando la población, y compren sus propios automóviles, cuando haya aumentado el número de fábricas contaminantes para satisfacer sus necesidades, ¿tendrán que calentarse a base de mantas e ir caminando a sus trabajos?
Todos lo sabemos, aunque nos tapemos los ojos, para reducir la contaminación, si queremos conservar el planeta con toda su biodiversidad, la población humana debe reducirse a nivel mundial.
